viernes, 13 de noviembre de 2009

Ganar tiempo aparcando


¿Quien ya no se ha encontrado en la situación de dedicarle 10, 15, 20 minutos o más buscando un aparcamiento en zona azul o verde en plena ciudad?

En Barcelona cada día entran en la ciudad más de 1.500.000 coches. Un 93% de ellos busca aparcamiento, siendo el tiempo medio para aparcar de unos 15 minutos.

En estos momentos cuando se habla de competitividad, eficiencia en desplazamientos, y necesidad de reducción de CO2, pregunto:

¿no sería de más implementar un sistema sencillo y económico que permitiese a los ciudadanos ganar tiempo aparcando rápidamente sus vehículos en aparcamientos públicos de zonas urbanas?

Pues bien resulta que tal sistema existe. Es más, el producto ya está desarrollado por una empresa de barcelona.
Se trata de una red de sensores inalámbricos multisaltos incorporados en cada aparcamiento, que se conectan mediante técnicas de geolocalización a dispositivos provistos de pantallas digitales, que permiten visualizar el número y la localización exacta de los aparcamientos libres en una zona y momento determinados.

Los beneficios de tal sistema saltan a la vista:

- Ganar tiempo en aparcar. Partiendo de la base de que el tiempo es el bien verdaderamente escaso que tenemos, el argumento reviste una especial y vital importancia.
- Efectos saludables por la reducción tangible del estrés individual que supone buscar un aparcamiento.
- Reducción del tráfico: se estima que el 30% del tráfico diario es debido a la búsqueda de un aparcamiento.
- Por tanto reducción de emisiones de CO2, y por ende ayuda a cumplir con las normativas europeas.
- Implica también una reducción de accidentes, ya que a menos tráfico, menor probabilidad de accidentes.
- A su vez, al haber menos vehículos en circulación, más fluido y rápido se hace circular, lo que redunda en una ganancia adicional de tiempo para quienes circulan.
- Mayor efectividad para los Ayuntamientos optimizando los tiempos medios de ocupación de los aparcamientos.

Semáforos inteligentes que ayudan a ganar tiempo




¿Alguién ya se ha encontrado en la incoherente situación de estar parado a un semáforo, sin que ningún vehículo cruzara, ni tan sólo un peatón?

O dentro del mismo registro, semáforos plantados en los quatro ejes de rotondas que, en vez de permitir el pase a los unos y a los otros, lo único que logran es dificultar el tráfico generando atascos en estas rotondas?

Sin entrar en consideraciones obsesivas, pero tan sólo desde el punto de vista de la simple observación, el ámbito de la gestión semafórica en la ciudad es interesante desde la perspectiva de coherencia y eficiencia.

Si habéis leído el escrito anterior, resulta que nos encontramos en la misma línea en cuanto a eficiencia, ganancia en tiempo y sostenibilidad.

El simple hecho de que algunos semáforos situados en ubicaciones claves (esto es en barrios periféricos sin demasiado tráfico) incorporasen determinados dispositivos tecnológicos que permitiesen configurarlos para facilitar el tráfico sería todo un logro.

Permitiría:

- Ganancia de tiempo para los usuarios.
- Mayor fluidez y eficiencia en el tráfico.
- Reducción de los niveles de emisión de CO2, un vehículo gastando mucho más al tener que arrancar.
- Podría conllevar la reducción del número de accidentes en determinadas circunstancias (ya que al confiar en un sistema eficiente de gestión semafórico, la necesidad de pisar el acelerador para alcanzar una luz en verde o llegar cuanto antes al siguiente semáforo en cascada se vería reducida).

En la actualidad se está hablando y lamentando la falta de competitividad, la falta de tiempo, la necesidad de reducir las emisiones de CO2. Por lo tanto seguramente vendría bien centrarse en este aspecto logístico urbano.

De hecho, es sabido que el Ayuntamiento de Barcelona está actualmente llevando a cabo pruebas para implementar corredores de autobuses entre Sants y Mercabarna con la finalidad de reducir el tiempo medio necesario de desplazamiento. Y está estudiando implementar prioridades semafóricas en otras calles de Barcelona, como en C/Aribau. Por ahora estas medidas van destinadas a vehículos de transporte público así que a taxis.

Es cierto que nos encontramos en un momento en el que los presupuestos están estirados al máximo, pero no es menos cierto que un esfuerzo adicional redundaría en un gran beneficio y comodidad para el resto de usuarios, así como en una mayor productividad urbana.